Aquellos que manejan los centros de dinero,aquellos que manejan la noticia de lo económico y sus fieles rebaños ; sienten la desesperanza donde los han dejado.
Todos los días nos muestran la felicidad cerca, al poseerla la hacen tan lejana; pagar mensual es eterno.
Y las hipotecas,excesos de gastos en tarjetas o compras de lo ilusorio nos han dejado en el asfalto.
Y , cuando nos sometimos a ellos;no somos de sus cuidados,propagandas o facilidades , nos atormentan en devolverles las oraciones que nos han prestado.Que infantiles somos en estas realidades.
Ese dios complaciente de cuantos lujos nos rodearon,ahora esquivo;ingrato y excluyente.Nos acordamos del Dios del infinito que nos ha prohibido el oropel y la fantasía en lo mediato.
No entienden los creadores de estos sistemas de la mal llamada economía del consumo, todo se vuelve polvo de los caminos y de económico solo tiene sus mentiras.
Porque no aprender de lo humilde,pobre y natural;allí todo se mueve bajo lo necesario.
Hay que apagarle a los sentidos y al consumismo, la esclavitud y la hipoteca del alma.Esa soledad de las deudas y la risa eterna de sus creadores.